El joven comenzó su relato:
Había llegado de la universidad cuando estaba a punto de anochecer. Me di cuenta de que estaba solo en casa.
Al momento de abrir la puerta de mi dormitorio y activar la luz, vi en medio de la ventana la presencia de una enorme y oscura araña de 1 metro de largo.
Tras el momento de horror, recordé que mis dos hermanos sabían de mi fobia a los arácnidos y me colocaban arañas de plástico en medio de mi ropa, entre mis libros y otros lugares.
Pero esta nueva araña era impresionante.
—¡Buena broma hermanos! —exclamé sabiendo que no había nadie—, pero esto ya se terminó.
De pronto, la araña abrió sus ojos. No eran ocho, sino solamente dos ojos, fieros, de color rojo encendido. A medida que el rojo de sus ojos aumentaba en intensidad, los colmillos se agitaban cada vez más y una antena misteriosa apareció sobre su cabeza, emitiendo una luz blanca de manera intermitente.
Pensé “¿Una araña mecánica guiada a control remoto? ¿Cuánto dinero gastaron mis hermanos en eso?”
Aquella criatura dio un enorme salto hacia donde estaba, no sé cómo lo hice, pero la esquivé y empecé a correr por la casa sin poder gritar mientras escuchaba detrás de mí el agitar de sus ocho patas persiguiéndome con un sonido ensordecedor.
Por instinto, tomé un cenicero de la mesa del té y Read more ›